Hola de nuevo, como mi "extraño virus" parece que remite ya ando con mi rutina habitual y aquí estoy un sábado por la mañana poniendo al día mi correo y brujuleando por blogs amigos; ayer no pude ir a tomar cañita con el querido compañero Dapena para celebrar su cumpleaños pero aún no estoy para festejos que no es plan de contagiar el virus a los compañeros a menos de un mes para las elecciones ja ja ja ja ja...y bien que lamento la ausencia, porque Jose Mnauel es de esas personas que siempre está de buen humor y que gustas de tener siempre cerca, pero otra vez será y sin duda el 1 de marzo sabremos celebrar todos juntos la victoria de Touriño, el PSDG y con ello, todos los gallegos. Animo y al toro.
Aquí sigue lloviendo y bajaron las temperaturas así que estamos viviendo invierno como hacía tiempo que no teníamos, el mar está embravecido, hermoso como nunca pero produciéndote un respeto agudo en el alma al verlo fuerte e implacable, buscando con furia el lugar que el hombre le ha ido comiendo mediante paseos y diques artificiales; el mar siempre se encarga de recordarte quien manda aquí, y nosotros no podemos más que agachar la cabeza sumisa y pedir perdón por nuestra osadía.
Los humanos somos así.
y bueno, en otro orden de cosas, deciros que ya terminé el libro de "Lo que el viento se llevó" y que me ha sorprendido para bien, porque es una novela que nos presenta a una Escarlata O´Hara más compleja de la que tenemos en la cabeza por la película, y una Guerra de secesión que como todas, fue absurda y cruel, y donde las mujeres como siempre, aparecen como las verdaderas víctimas de la guerra, solas, sin comida, ni ropa, ni casa en pie y con los hijos numerosos y pequeños se enfrentaban solas a una realidad hostil, espernado el regreso de un marido, un hijo, o un padre del que no saben si vive o muere, si está herido o no.... y para cuando vuelven se encuentran a hombres destruidos, no soo físicamente, destruidos en su amor propio, en su orgullo y dignidad. Ellas no pueden permitirse el lujo de permanecer en estado de shock, las mujeres siempre han sabido enfrentarse al horror y echarse familia a la espalda y salir adelante por esa asombrosa y digna de estudio costumbre femenina de unirse en grupo frente a la adversidad, como una manada de leonas y luchar juntas por los hijos, los padres y maridos, ...en las guerras los hombres luchan y las mujeres se quedan para recoger los depojos.
Pero bueno, es un libro que merece un post para él solito, así que lo dejamos pendiente.
Biquiños y abrigaos mucho.
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