A Manuel Fraga siempre se le ha reconocido el mérito de haber incorporado la extrema derecha al juego democrático incluyéndola en el Partido Popular y quitándole así espacio social.
Conforme e(in)voluciona el PP hay que pensar que lo que en realidad ha sucedido es que la ultraderecha ha practicado la táctica trotskista del entrismo y terminó copando la dirección política e ideológica del partido.
Comenzaron la legislatura sin aceptar su derrota electoral, uno de los argumentos utilizados fue el de haber sido consecuencia de un golpe de estado encubierto promovido por el PSOE con la participación de guardias civiles, policías, ETA y los servicios secretos de Francia y Marruecos. Una vez desmontada la patraña con la sentencia del juicio del 11M, no la aceptaron, no solo los irredentos portavoces de la teoría de la conspiración (Jaime Ignacio del Burgo, Zaplana, diario El Mundo y cadena COPE), sino el propio Mariano Rajoy: “seguiremos apoyando cualquier otra (investigación) que permita avanzar sin límites en la acción de la Justicia ya que los acusados como inductores o autores intelectuales, son los términos que utiliza la sentencia, no han sido condenados como tales.” (Declaración institucional en sede del PP una vez hecha pública la sentencia).
La discusión y tramitación del estatuto de Cataluña les dio pie para-durante dos años- denunciar la ruptura de España.
“No se rompe España”, le dice Rajoy a Gabilondo (7 de febrero), y Esperanza Aguirre a la cadena SER (14 de febrero), y se quedan tan tranquilos.
Con el terrorismo actuaron como altavoces de estos jaleando cada declaración que hacían. Junto a Francisco J. Alcaraz organizaron siete manifestaciones contra el gobierno, no contra los terroristas. Las dos que se hicieron contra ETA (muerte de los dos trabajadores en la T4 y los guardias civiles en Capbreton) fueron boicoteadas por la AVT y el PP. Acusaron al gobierno de vender Navarra y el País Vasco. Haberse entregado a ETA, traicionado a los muertos y abandonado a las víctimas.
Hoy son incapaces de reconocer el éxito de la lucha antiterrorista (la achacan al milagro) callan ante la detención y desarticulación completa del comando que atentó en la T4. No solo no demuestran satisfacción, parece que les molesta y por ello silencian estos éxitos, que son de todos.
La escuela y la asignatura Educación para la Ciudadanía transformarían a los niños en pioneros del komsomol estalinista. La familia española, abocada a la desaparición a causa del matrimonio homosexual y la adopción de niños por parte de estos. Tres manifestaciones en compañía de los talibanes púrpuras de la Conferencia Episcopal. Hoy lo dejan al dictamen del Tribunal Constitucional y matizan la adopción.
El desprestigio y paralización de las instituciones del estado democrático es una acción permanente. (Fuerzas y cuerpos de seguridad, Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Constitucional).
Ante la deceleración económica (no dicen una palabra del origen norteamericano de la crisis) atacan al Instituto Nacional de Estadística, acusándolo de manipular los datos del crecimiento -3.5 por cien en el tercer trimestre y 3.8 el año 2007- (Arias Cañete).
Es tal el desquiciamiento de esta gente que, sorprendentemente ellos, atacan con virulencia al sistema financiero, a la banca y al Banco de España. “Estoy segurísimo de que (los bancos) ocultan la mala situación financiera". "El Banco de España está dando instrucciones para que se aguante hasta la próxima cita electoral", (Eduardo Zaplana, avalado por Rajoy). ¡Que cunda el pánico! Cuanto peor, mejor (otra vez el trotskismo).
Sobrepasando todos los límites de la moral y la prudencia, incorporan un discurso xenófobo con sus propuestas sobre inmigración. Parten de la base de que todo inmigrante es delincuente (la presunción de inocencia no va con los inquisidores), de otra manera no se explica que pretendan obligar a firmar un contrato por el que se comprometen a no delinquir.
Relacionada con la inmigración está también otra medida estrella en materia de seguridad ciudadana. Rebajar la edad penal a los 12 años. ¡Criminal un niño de doce años! Ni en la época Victoriana. Adelantan a Le Pen por la derecha.
El montaje populista llega a lo grotesco. Ver a todo un señor registrador de la propiedad como Don Mariano Rajoy Brey descorbatado y puño en alto decir: “mi programa es el programa de los currantes” excede toda posibilidad de análisis serio, salvo que este gallego que presume tener familia en Argentina, país que visitó recientemente en precampaña electoral ofreciendo derechos que este gobierno ya ha reconocido (asistencia sanitaria y pensiones), se haya contagiado del español de allá (pronúnciese “ashá”) y al hablar de currantes lo haga en el sentido que la segunda entrada de el diccionario de la RAE, en su vigésima segunda edición da a la palabra currar:”2 . m. vulg. Arg. Estafa (acción y efecto de estafar).” Con este sentido sí tiene un programa creíble.
Extraña (¿?) la coincidencia del eslogan electoral del Partido Popular (PP): “Cabeza y corazón” con el del Partido Patriota (PP), organización de la ultraderecha golpista de Guatemala: “Mano dura. Cabeza y Corazón”, partido que se asocia con los escuadrones de la muerte y el ejército, responsables del asesinato de 250.000 personas cuyo juicio por genocidio se tramita ante la Audiencia Nacional. La “mano dura” que se cayó del cartel va en el programa.
“Ideas claras” es otro de sus eslóganes. Es verdad, lo tienen claro. Todo vale para recuperar el poder así se socaven los principios y las instituciones democráticas. Deben saber que los demás también lo tienen claro.
HUGO F. SILBERMAN
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