Mi padre cada año que cumple, se parece más físicamente a su padre, y ahora que esta jubilado y puede disfrutar de tiempo para él, lo pasa cuidando, y jugando con sus nietos; mi hija es la más pequeña, así que es la muñequita de la familia, y todos, incluido él, estámos como locos con ella.
Mi abuelo era militar, era un hombre muy disciplinado, muy de costumbres, muy sobrio en sus gestos, pero a la vez, muy entrañable y entregado con su familia.
El otro día mirando los albumes de fotos, mi marido me comentó algo muy curioso, me dijo que en la amyoría de las fotos, salía al aldo de mi abuelo, allí donde estaba mi abuelo, estaba yo detrás, al lado, posando, escondida detrás de él.. o en varias como esta, de la mano.
Mi abueliño...
Me llevaba y recogía del colegio, me ayudaba a hacer los deberes,nos enseñó a contar, a leer, (lector voraz), a escribir, y sobre todo, recuerdo mucho las conversaciones, como le pregutnaba sabiendo que él era tan sabio mi poderoso abueliño, que todo lo sabía, y todo me lo contestaba:) su infinita paciencia, sus ojos azules que gracias a Dios heredó mi padre, luego yo, y ahora mi hija, como un zafiro , joya de familia, que pasa de generación en generación.
Pero sobretodo, hay una cosa que más recuerdo, y son los paseos a santa Margarita para dar de comer a los aptos, y los paseos a la estación del tren. Le encantaba llevarnos a ver los trenes, (mi favorito era el talgo proque era amarillo)y ese recuerdo es algo imborrable, de hecho, cada vez que estoy en una estación de tren sonrío y me embarga una sensación de cariño que no puedo explicar. Porque le recuerdo. Porque me siento una niña. Porque es una sensación maravillosa ..:) y ya está....:)
Podría hablar horas de mi abueliño, pero dejémoslo aquí, que son mis tesoros emocionales, y me los guardo para mí:)
Ahora es mes de julio, es verano, y en verano le recuerdo más, porque estábamos en fiesta en la casa familiar, lugar de cumpleaños, comuniones..fiestas varias..y él, como gran cocinero y patriarca era una figura imprescindible.
Y es que me hago mayor, y cada vez le extraño más.
Y es que era un hombre excepcional.
Un abuelo excepcional.
Era mi abueliño.
Ojalá toods tuvierna un abueliño como el mío.
Buena tarde tritones.
2 comentarios:
Leyendo esta entrada me he acordado de mi abuelo, que lo perdí cuando yo tenía 3 años. Pero aunque era pequeña hay cosas que me acuerdo, como por ejemplo, cuando ibamos a tomar un refresco antes de que me llevara al parque.
Gracias por haber puesto esta entrada y haberme hecho recordad cosas tan bonitas.
Ojalá todos tuvieran abuelos así.
Pues sí, Cris, somos muy muy afortunadas.
Ir teniendo recuerdos bonitos es atesorar una joya. :)
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