"El mar es el último refugio que me resta" A.Pérez-Reverte

05 marzo 2009

Opinión de un experto


Fermín Bouza (Compostela, 1946) salió huyendo de Galicia en 1969 para evitar represalias a causa de la lucha antifascista universitaria y desde entonces vive en Madrid. Catedrático de Sociología de la Universidad Complutense y especialista en Opinión Pública, está convencido de que el Gobierno progresista del PSOE y el BNG lo hizo mal, pero que perdió las elecciones por la pésima campaña.

(ISABEL BUGALLAL A CORUÑA Para la Opinión)
-¿Qué pasó en las elecciones?
-Lo más importante, probablemente, es que el llamado bipartito de progreso no llegó nunca a conectar correctamente con la ciudadanía. Todas las quejas que oí de la gente que dejó de votar son de esta índole. Es como si el Gobierno viviera de espaldas a sus votantes.
-Prometieron cambio y no lo hicieron.
-No hicieron ningún cambio porque no se pueden prometer cambios a tan corto plazo. Si tuvieran una buena política de comunicación tendrían que haber dicho durante cuatro años 'vamos a iniciar esto, esto y esto, pero los procesos tardan'. Pero, para hacer algo algún día, hay que iniciarlo, y han iniciado muy pocas cosas.
-Usted, en su blog, le reprocha al Gobierno de Touriño 'la frivolidad imperdonable de perder', cuando podían ganar.
-Es como cuando tienes un buen juego de cartas. Podían haber ganado, a pesar de sus problemas y de sus errores, y si no ganaron fue porque lo hicieron muy mal en la recta final. Todo el planteamiento de la campaña fue nefasto, mientras que el del PP fue efectivo. El PP, como la derecha en general, sabe desde hace siglos ganar y para ganarles hay que hacerlo muy bien. No me explico cómo no se puso más entusiasmo, incluso desde fuera del Gobierno, en hacerlo bien, porque si la campaña se hubiera hecho bien, hubiese ganado .
-¿Su fallo fue hacer una campaña presidencialista y no responder a las insidias del PP?
-Esas dos cosas son muy importantes. No desmentir los infundios ,porque fueron verdaderos infundios del PP, a través del ABC, sobre todo, y de La Voz de Galicia-, no intervenir en una campaña negativa deja al que la hace el poder fáctico sobre el discurso del público. La única forma de combatir una campaña negativa es defendiéndose de las imputaciones y contraatacando y, si es necesario, con la misma negatividad. La campaña negativa está hecha para envenenar y tú no puedes salirte de ese marco. Y ellos hicieron una campaña limpia, tranquila? En Madrid, que es un observatorio fantástico, no ha salido nada que yo pueda decir que son acusaciones del Bloque y del Partido Socialista hacia el PP. Y mira que hicieron cosas en Galicia; si empezamos a tirar de ficheros fíjate la campaña sucia que se puede hacer contra el Partido Popular. No la hicieron y la han pagado.
-¿Hay que responder con la misma moneda y ser sucio?
-Claro, es un problema técnico. Si te ponen el juego en ese terreno, tú no puedes más que entrar en esa guerra, si no estás perdido: la gente cree que Touriño se rodeó de caros muebles y se compró el Audi más caro y se quedó con la foto de Quintana en el yate del empresario Jacinto Rey. La gente cree estas cosas, es extraordinariamente ingenua y se le manipula muy fácilmente, por eso hay que salir al paso de los infundios.
-¿El votante de izquierda no transige y el de la derecha sí?
-El voto de derecha, en general, salvo ocasiones extraordinarias, es un voto muy concesivo hacia sus líderes, les perdona muchas cosas. Es un voto muy fiel. El voto de izquierdas es muy crítico, muy puñetero, muy exquisito. Ahora han fallado los exquisitos, 100.000 exquisitos. De esos 100.000, puede haber 50.000 personas del campo que no sean tan exquisitos y que creyeron en algún momento que el Bloque iba a hacer la revolución agraria y le iba a dar el oro y el moro, pero eso son problemas de comunicación del Bloque; el resto, son exquisitos urbanos, que pensaron que la izquierda iba a crear el paraíso terrenal inmediatamente, porque parece que la izquierda está obligada a eso. Y si no hay una buena comunicación que diga a los ciudadanos que va a mejorar las cosas pero que el paraíso no está a la vista todavía...
-¿Hubo algo de hartazgo ante el nacionalismo del BNG?
-No, ¡que va!, si las encuestas dan mucho más nacionalismo del que tiene el Bloque. Ese es otro error. Las encuestas dan como mínimo un 25% de gente más radical probablemente que el propio Bloque. El hartazgo del nacionalismo forma parte de la retórica del PP, que puede enrarecer aún más las cosas , como en el País Vasco, y radicalizar a los grupos existentes. Hay muchos más nacionalistas de los que votan al Bloque que no lo votan por diversas causas y muchos son más radicales, y son nuevas clases medias urbanas de corbata.
-¿Galicia es conservadora?
-No, en absoluto. Galicia está sometida a los vaivenes de una sociedad democrática y de vez en cuando vienen los conservadores, los progresistas y mañana sabe Dios quién. Galicia no es sustancialmente conservadora y los niveles medios en los que se auto ubica la gente en las encuestas son los mismos que en el resto de España.
-¿La reconquista del PP ha empezado en Galicia?
-Ha sido una gran victoria de Rajoy en su propio partido y les da moral para ganar a Zapatero, que es lo que quieren ellos. Rajoy ahora es el héroe en Madrid. Lo de Galicia es relativamente secundario. Galicia es mucho más controlable y asequible, desde el punto de vista electoral, tiene una base social muy minada. A poco que se muevan los progresistas en Galicia, los pueden echar en cuatro años; en el Estado, tardan mucho más en irse.
-¿Rajoy y Baltar?
-Baltar es un modelo caduco. La derecha, en general, y la gallega como parte de ella, no alcanzó aún el mínimo de homologación, todavía es muy bruta y muy reaccionaria. Se ha visto en esta campaña, no ha sido europea, ha sido muy guarra. Es una derecha muy dura. Baltar es un hombre de otro tiempo; Rajoy es más fino, y Núñez (Feijóo), también, pero sus ideas no van mucho más allá.

No hay comentarios: